martes, 31 de marzo de 2009

¿Doñana de nuevo en peligro?


Y a veces me pregunto… ¿Quiénes son los dueños de nuestras tierras? ¿Quién tiene el derecho sobre ellas? Si se supone que es el pueblo el que tiene la voz, ¿por qué habla tanto el dinero?

Hace más de dos años se formó en Badajoz, una plataforma formada por miles de ciudadanos, la “Plataforma Ciudadana Refinería No”, con el objetivo de paralizar el proyecto de instalación de una refinería de petróleo en la comarca de Tierra de Barros, en Badajoz.

El proyecto está encabezado por Alfonso Gallardo, el empresario más contaminante de la región.

Este proyecto tiene la intención de construir un oleoducto y dos poliductos de más de doscientos kilómetros, atravesando toda Andalucía, para bombear el crudo petrolífero desde el mar hasta la planta petroquímica en los Santos de Maimona, a 7 kilómetros de Zafra.

Esta estación tendrá tanques de almacenamiento con una capacidad de 430.000 m3; una estación de bombeo de crudo y para despacho de la gasolina a buques; una planta de tratamiento de aguas aceitosas que se verterían al canal de Padre Santo; y no dispondría, sin embargo, de una planta de tratamiento de aguas de deslastre.

En cuanto a la descarga y recepción del crudo, se construiría un oleoducto submarino de 10 Km, y sería transportado en petroleros que navegarían y descargarían forzosamente en las cercanías de uno de los espacios protegidos más emblemáticos de España y Europa: El Parque Nacional de Doñana. Lo que aumentaría el riesgo de mareas negras, con consecuencias devastadoras para la costa de este parque nacional.

Además, desde Huelva hasta la planta petroquímica en Badajoz, existe a lo largo del norte de Andalucía, una franja continua de Espacios Naturales Protegidos y cauces hidrológicos, que serían atravesados por el oleoducto y el poliducto.

Podríamos pensar que enterrando el oleoducto se minimice su impacto ambiental y visual; sin embargo, según los expertos, eso supondría un mayor riesgo, pues las filtraciones por corrosión no se detectan, y van a parar directamente a los acuíferos, envenenando sus aguas.


Desde mi blog, me gustaría apoyar a la “Plataforma Ciudadana Refinería No” en su lucha para la conservación del medio ambiente.

Os dejo su página web: www.plataformarefineriano.com

Un saludo.

Pablo Escribano.

jueves, 5 de marzo de 2009

La tecnología Terminator.


Los avances científicos cambian constantemente nuestras vidas, nuestra forma de vivir, nos hacen más longevos, nos hacen comprender mejor nuestro entorno y todos los procesos que nos rodean.
Hacen de nuestra vida, a veces, algo más fácil, e incluso se podría decir que gracias a ellos podemos buscar soluciones a problemas que antes parecían imposibles.

Pero...¿en qué manos hemos dejado nuestros avances?
Si recordamos nuestro pasado, podemos ver que el ser humano, tan inteligente como dice que es, ha utilizado los avances científicos y tecnológicos más en su contra que a su favor. O mejor dicho, para los intereses de algunos.
Existen las armas biológicas, las bombas nucleares...y una inmensidad de "inventos" que el único camino al que nos llevan es a la auto-destrucción por culpa de las ansias de poder.

Pero mejor centrarnos en un arma mas bien escondida. Les hablo de la tecnología Terminator.

La tecnología Terminator consiste en la manipulación genética de plantas para que las semillas de la primera generación sean estériles.
A primera vista puede que no veamos ningún problema, ni tampoco ningún inconveniente pero, profundicemos un poco más en el tema.

Su nombre oficial y más conocido en Naciones Unidas y por los científicos es el de: Tecnologías de Restricción en el Uso Genético (TRUGs).
Este nombre hace referencia a un tipo de tecnologías que apagan un tipo de genes mediante componentes químicos o estímulos físicos.

Existen dos categorías principales de TRUGs:
*Los T-TRUGs que intentan controlar el uso de los rasgos, como la resistencia a insectos, producción de nutrientes, etc.
*Los V-TRUGs que intentan controlar los procesos reproductivos que puedan dar lugar a la esterilidad de la semilla.

¿Cuál es el problema fundamental al que nos enfrentamos?

Más de 1400 millones de personas en el mundo, principalmente familias de agricultores de países en vías de desarrollo, dependen de la semilla cosechada como fuente principal de semillas para el nuevo ciclo agrícola.
En África, por ejemplo, el 90% de los cultivos sembrados por los campesinos procede de su propia cosecha.

Esta tecnología obliga a estas familias humildes a depender totalmente de las grandes compañías de semillas del mundo.

También afecta a numerosos pueblos indígenas, en la que se ve en peligro la selección, intercambio y mejora de semillas que llevan a cabo y que están íntegramente relacionadas con el conocimiento tradicional.


Lo tremendamente anecdótico es que la industria multinacional de semillas, promueve esta tecnología como medio para detener la contaminación de transgenes hacia otros cultivos (particularmente para usarse en árboles transgénicos y cultivos modificados genéticamente para producir fármacos).
Es decir, su argumento se basa en que si estas plantas transgénicas polinizan otros cultivos cercanos, esta polinización no deseada, no germinará. Ya que los genes escapados de cultivos transgénicos están contaminando y amenazando la biodiversidad agrícola y las formas de supervivencia de los agricultores.

Pero la comercialización de semillas Terminator o su entrada a través de los programas de ayuda en estas zonas, tendría efectos desastrosos.
Si los genes de éstas nuevas semillas terminator, por medio de la polinización, contaminan los cultivos de los campesinos, se verán sometidos a una gran pérdida. Ya que si éstos, sin saberlo, guardan estas semillas para el próximo año y las siembran, éstas no germinarán y se verán obligados a comprar nuevas semillas a estas multinacionales.

Ya en Octubre de 2005 la Oficina Europea de Patentes concedió la primera patente Europea Terminator a la compañía Syngenta. Y también se han solicitado varias decenas de patentes similares en Europa y EEUU. Señal de que están desarrollando este tipo de tecnologías.



Como dijo el escritor y pensador político Británico, Edmund Burke: "Para que el mal triunfe solo se necesita la indiferencia de la gente buena".

Un saludo.
Pablo Escribano.